Dejo las fotos que le hice a la revista de mi prima Irene, en espera de poder transcribir el reportaje, aunque tampoco descubre gran cosa, realmente ....
Long Island, Nueva York. En medio de la niebla del set de
Long Island emerge una colosal arca de madera de dimensiones bíblicas.
Literalmente. La rodean grandes cisternas de agua con el logotipo Rain for rent (lluvia de alquiler). El diluvio se acerca, baby!! El bromista
es el director Darren Aronofsky, que aprovecha para reírse del puñado de
elegidos periodistas que visitamos el set de la cinta bíblica más épica jamás rodada.
Segundos después, nos topamos con un
musculoso Russell Crowe vestido con traje de pieles mezcla de guerrero del
Antiguo Testamento, Mad Max (G. Miller, 1979) y la Guerra de las Galaxias (G.
Lucas, 1977). El es Noé, uno de los únicos ocho supervivientes del primer fin
del mundo, salvador de toda la fauna y el enemigo de Tubal Cain (Ray Winston),
un rival que supone una amenaza aun mayor que el mismo Diluvio Universal. Al
grito de acción!, el cielo se rompe.
Los cámaras, refugiados bajo enormes chubasqueros, capturan a Emma Watson y a
Douglas Booth (el Romeo de la nueva versión de Julian Fellowes) corriendo bajo
la tempestad. Delante de las puertas del Arca les espera Crowe en el papel de
Noe, que clava un hacha de guerra en la madera y sale en búsqueda de su hijo
rebelde, Ham (Logan Lerman).
El impresionante decorado exterior de
Noé se ilumina gracias a un estructura metálica de gigantes aspersores y
potentes focos que atraviesan la oscuridad de la noche. Mathew Libatique, el
director de fotografía habitual de Aronofsky, ha convertido la noche en día
para así poder iluminar la lluvia, el elemento omnipresente en el rodaje. Llevo seis semanas mojada, nos comenta
alegremente, Emma Watson. Pero no pasa
nada, por suerte, ha hecho buen tiempo. Convertida en Ila, la hija adoptiva
de Noe, las greñas en el pelo y el traje ceñido de ante le dan cierta pinta de
heroína steampunk.
Después de rodar en Islandia, los
actores están acostumbrados a las exigencias físicas de la película y a las
inclemencias del Diluvio Universal. El desafío
físico de la película es más grande que estar bajo la lluvia, cuenta a
Fotogramas, Russell Crowe, entre toma y toma: Islandia es un lugar maravilloso, pero a la vez bastante extremo. Rodar
allí ayudó a establecer el tono de la película.
Un Set Familiar
A pesar del inquietante decorado post
apocalíptico de tierra volcánica, el ambiente en el set es muy familiar. Tanto es
así que Jennifer Connelly nos recibe con su bebe en brazos, y se declara encantada de volver a ser la mujer
de Russell, ahora como Naahme, la esposa de Noé. En 2002 ya fueron pareja en
Una Mente Maravillosa, de Ron Howard. Todos
hemos trabajado juntos antes, dice Lerman, la tercera estrella joven del
reparto y el hijo díscolo de Noé en la ficción (Crowe y el joven actor
coincidieron en 2007, en El Tren de las 3:10, de James Mangold). Russell es el patriarca también en el set. Tiene mucho que enseñar, añade Booth,
que encarna a Sem, el hijo obediente. Solo faltan Anthony Hopkins (Matusalén,
el padre de Noé) y los animales? Están
ocultos en el bosque. Su comida favorita son los periodistas, bromea Crowe.
Aronofsky nos tranquiliza: No hay
animales en el set. Serán recreados digitalmente.
Épica de Autor
Ciencia ficción? Fantasía? Es un enfoque muy épico. Es fiel a la
historia, pero Darren le añade una imaginación fascinante, dice Crowe. Es definitivamente atemporal, podría suceder en el pasado, hace miles
de años atrás o en el futuro. Es una locura. Ciertamente, habrá cosas que no esperáis,
concluye. Es una película de milagros,
nos dice Aronofsky: Hemos creado nuestra
propia mitología para la película, aunque somos fieles a la mitología bíblica en
muchos aspectos.
Cuando tenía 13 años, Aronofsky ganó
un concurso con un poema sobre el arca de Noé. Desde entonces, Noé ha sido un
proyecto soñado para el director. A todos
los niños les fascina la historia de Noé, es uno de esos relatos icónicos de
nuestra cultura, la primera historia sobre el Apocalipsis. Y nunca ha sido llevada
honestamente a la gran pantalla. El camino hacia esta gran producción no ha
sido fácil. Ha sido un gran reto convertir Noé en una película. Todo paso por
encontrar el drama humano en la historia, nos dice el director. Tenemos todos
los elementos épicos de una de estas grandes películas, pero, sobre todo, hay
un drama familiar en el corazón de la historia.
Estreno: 14 de abril